martes, 18 de diciembre de 2012

La realidad del profesor especialista


Escrito por María de los Ángeles Zagal V.



Introducción

               La significancia de los saberes que se entregan en las escuelas se ve cuestionada cada día más por parte de sus destinatarios. En la sociedad moderna se espera que la escuela sea capaz de transmitir, recrear y producir conocimientos; sin embargo, estas funciones no se cumplen siempre de la forma más óptima. Tenemos claro que la educación tiene como finalidad acercar a la humanidad entre sí y poder desarrollar como dice Morin  (1999) la “re-humanización del conocimiento” para que cada día en el aula exista diversidad, multireferencialidad, solidaridad, responsabilidad y respeto.

               Entonces, basándome en las nuevas bases curriculares donde se exponen claramente el nuevo perfil del alumno “modelo” me nace una duda sobre el perfil del profesor ¿Existe un perfil?. Estamos claros que no todas las personas tienen la capacidad ni las habilidades para poder realizar todo tipo de cosas, es por esta razón que existen los especialistas, personas que se centran en un dominio específico. Cabe señalar que hoy se está dando mayor énfasis a las asignaturas de matemática y lenguaje por lo que las otras áreas están relegadas a un segundo plano y ¿qué pasa con el profesor de las otras áreas?

               En primer lugar, entregaremos la realidad en la educación chilena actual, lo que está sucediendo dentro de las aulas, es decir, el contexto, para seguir con el tema del perfil del profesor, la importancia que tiene esto para poder desarrollar un proceso educativo más completo y como esto está paralelamente ligado con el tema de tener profesores especializados dentro del aula. Finalmente, veremos en cómo esto repercute en la realidad del profesor de idiomas y cómo se encuentra este perfil dentro de las nuevas bases curriculares entregadas por el MINEDUC este 2012.

 Consideración y discusión del aporte conceptual

Actualmente, está clara la  necesidad de educación de calidad  donde los estudiantes puedan tener a su alcance conocimientos relevantes para su desarrollo. Sin embargo, la educación activa, como lo vemos con aquel perfil de alumno ideal, se centra en el estudiante y se deja a los docentes como un recurso pasivo en el proceso educativo. Lo ven como simples sujetos que deben llevar a cabo la instrucción.  

Los docentes hoy se ven enfrentados a ciertos limitantes, como los menciona Alvarado y La Voy (2006) que si no son capaces de poder manejarse y desenvolverse dentro de su especialidad caerían en el error de realizar lecciones rutinarias y sin desarrollarlas, no se logra introducir contenidos ni métodos novedosos, son actores pasivos, deben hacer lo que les dicta el ministerio de educación y que por la falta de carencias técnicas, se vuelven en seres con muchas necesidades y dependientes. Así todas las posibles ideas innovadoras mueren o ni si quiera nacen. 

Las competencias pedagógicas para fomentar y facilitar el aprendizaje requiere del dominio de las competencias y del contenido por parte del docente, así al dominar la materia habrá una reacción psicológica de proyectar una mayor confianza para innovar las formas de enseñanza. 

En la actualidad, de acuerdo a las nuevas bases curriculares entregadas por el gobierno en el presente año, para poder crear un ambiente propicio para la entrega de conocimiento dentro de una sala de clases, un elemento que  se destaca es que el alumno debería tener un perfil; a grosso modo, éste debe ser inquisitivo, equilibrado, reflexivo, abierto de mente, pensador, audaz, comunicador, respetuoso, empático y con principios (MINEDUC, 2012). 

Además,  se recalca que los objetivos de aprendizaje son el desarrollo integral del educando y se entrega, por otra parte, el hecho de hacer un mayor énfasis a ciertas asignaturas que están relacionadas con el área del conocimiento y no con el desarrollo artístico. Cada asignatura enfatiza un cierto perfil que desarrollará el alumno. Sin embargo, no todo debe estar a manos de lo  que diga el Gobierno o  el desarrollo del estudiante, sino que el profesor ejerce un papel primordial para poder llevar a cabo satisfactoriamente el planteamiento de ejercer en el niño la formación correspondiente para que sea algún día una persona con la capacidad crítica y de raciocinio para ver el mundo.

Consideración y discusión del aporte experiencial

Dentro del contexto educacional chileno, se puede apreciar claramente que la asignatura de inglés está pasando a tener una importancia secundaria y esto se reafirma fácilmente al ver las nuevas bases curriculares donde se estipula que se comenzará a enseñar los idiomas desde 5to o 6to año básico y que se dejará a manos del establecimiento la posibilidad implantarlo en otros años. Además como podemos ver en la tabla 1. Las asignaturas que se encuentran en primer plano y la repartición de horas son lenguaje, matemáticas, historia, ciencias naturales, etc.
1º a 4º básico con JEC
Horas Anuales (horas pedagógicas)
Participación aproximada en el tiempo total
Asignaturas
Lenguaje y Comunicación
304
21%
Matemática
228
15,80%
HGCS
114
7,90%
Ciencias Naturales
114
7,90%
Artes Visuales
76
5,30%
Música
76
5,30%
Educación Física y para la salud
152
10,50%
Orientación
19
1,30%
Tecnología
38
2,60%
Religión
76
5,30%
Libre disposición
247
17,10%
Total tiempo escolar (38 semanas)
1444
100,00%
Tabla 1: fuente MINEDUC 2012

De acuerdo a las teorías de aprendizaje, tanto Piaget y Vigotsky concordaban en un punto clave, el profesor es un facilitador por sobre todo en cuanto a la enseñanza. Sin embargo, lo que vemos en la realidad del mundo educacional chileno, sobre todo dentro de un establecimiento municipal, es que a los profesores se les asigna una gran diversidad de asignaturas y que deben prepararse, sin ser ellos mismos especialistas en el tema y se cae en el error de que los profesores se van simplemente turnando ¿acaso no sería idóneo poner a un profesor de música hacer clases de música o un profesor de inglés hacer clases de inglés? Esto sería lo más sensato y cuerdo, no obstante, no siempre ocurre así. 

Dentro del establecimiento, algunas veces sucede que se rotan los mismos profesores en varias asignaturas y esto lo vemos sobre todo en los años de primer nivel donde el profesor jefe asignado al curso tiene que ser un ser multifacético en varias asignaturas. Lamentablemente, esto conlleva a que el desarrollo integral del alumno en esa área en específico no sea completa, ya que claramente no está aprendiendo del mejor o del profesional que ha sido preparado en el tema. 

De acuerdo a Mota (2010)  el docente es primordial para que el sistema educativo funcione correctamente, así si el profesor está mejor capacitado para poder llevar a cabo su trabajo en el aula, conseguirá que sea más eficiente su labor educativa.

 La realidad es completamente diferente, ya que nuestras universidades, en su gran mayoría, a pesar que preparan diversos profesionales en la pedagogía especializados en diversos aspectos, como sucede con los profesores de inglés.  Sin embargo, en los colegios se cae en el error de no considerar esto y mantienen la rotación de profesores antes ya mencionada para abaratar costos, ya que dependen del financiamiento directo del departamento de educación municipal de la localidad al que pertenece. Entonces además de que los profesores que llevan años en el mismo establecimiento, no existe esta innovación ni rotación hacia un cambio de profesionales nuevos con ideas totalmente producentes dispuestos a entregar al mundo educativo. 

El profesor de idiomas (Páez 2001) debe tener ciertas competencias para poder enfrentarse a la realidad del aula e implantar el desarrollo cognitivo. El profesor debe tener en su máxima expresión lo lingüístico, psicológico, cultural, pedagógico y social, que son características claves para poder enseñar un idioma extranjero. 

Además, como bien sabemos el profesor debe ser conocedor de diferentes realidades y culturas que debe expresarlas de forma tal que los estudiantes que estén adquiriendo este conocimiento puedan, de alguna manera, relacionarlas con su propio entorno y así facilitar el proceso de aprendizaje.

Conclusión 
               Al permitir que en cada nivel las asignaturas se desarrollen por un especialista, lo más probable que exista una lista de repercusiones, en lo personal en su mayoría de forma positiva. La formación de los estudiantes sería mucho más integral, ya que como bien sabemos, en la actualidad existe una preferencia a tener asignaturas de mayor importancia que otras.

               La educación pasaría a estar en otro nivel, ya que se daría la oportunidad de formar personas íntegras con una mayor capacidad motriz, creativa, análisis, etc. ¿por qué digo esto? Simplemente porque creo que al darle mayor importancia a asignaturas como los idiomas, artes, música, etc. Permitiría que los alumnos ver otras perspectivas y realidades de la vida y todo esto dentro de su formación. Algo muy diferente que sucede en la realidad, ya que se enfocan más en el lenguaje o matemática más que otras cosas, teniendo más horas y  opacan a las otras asignaturas, dejando un sentimiento en el estudiante de que no son relevantes para la vida.

               Esta propuesta, además, permitiría que profesores jóvenes, con pensamiento vanguardista, tener  mayores posibilidades de trabajo y de desarrollar sus ideas. Así, las asignaturas tendrían toda la misma importancia. Por ejemplo, Educación física aumentó las horas; sin embargo, están los mismos profesores que siguen el mismo proceder del sistema antiguo, entonces en realidad no hay cambios ahí.






Bibliografía


Alvarado, Féliz, y Diane La Voy. Maestros y Maestras: Innovadores Poderosos. Global Education Center, 2006.
MINEDUC. «Bases Curriculares de la Educación Básica .» 2012.
Morin, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación. Francia: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) , 1999.
Mota, Flavio. «Mitos y realidades de la capacitación docente.» Revista "Academia", 2010: 10.
Páez, Vilma. «El profesor de idiomas: sus cualidades y competencias.» Revista comunicación , 2001.